23/03/2023

Uma determinada 'cartografia'. Mas ...

os aromas do tempo que corre, dizem-nos que cada qual usa a geodésia a seu bel-prazer e de acordo com a(s) 'ciência'(s) por si validada(s). Chega-se a isto quando se dá conta que 1. cada homem determina por si próprio o tipo de pensamento que quer ter e 2. quem anda à nossa volta não tem interesse em ser desenganado.
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En francés (y en otros idiomas, como el mío, el esloveno) para designar el “futuro” existen dos palabras que no pueden traducirse adecuadamente en algunas lenguas: futur y avenir. Futur designa el futuro como la continuación del presente, mientras que avenir es una discontinuidad con el presente: lo que está por venir (à venir), no solo lo que será. Si Trump estuviese por derrotar a Biden en las elecciones de 2020, hubiera sido (antes de las elecciones) el futuro presidente, pero no el presidente por venir.

El pasado está abierto a reinterpretaciones retroactivas, mientras que el futuro está cerrado, ya que vivimos en un universo determinista. Esto no significa que no podamos cambiar el futuro; solo significa que, para cambiar nuestro futuro, primero deberíamos (no “entender”, sino) cambiar nuestro pasado, reinterpretarlo de manera que se abra hacia un futuro diferente del que implica la visión predominante del pasado. ¿Habrá una nueva guerra mundial? La respuesta puede únicamente ser paradójica: SI fuera a haber una nueva guerra, será una guerra necesaria: “si tiene lugar un acontecimiento excepcional, una catástrofe, por ejemplo, no podría no haber tenido lugar; sin embargo, en tanto no tuvo lugar, no es inevitable. Es, pues, la concreción del acontecimiento – el hecho de que se produzca – lo que crea retroactivamente su necesidad”. Una vez que estalle el conflicto militar a pleno (entre EE.UU. e Irán, entre China y Taiwán, entre Rusia y la OTAN...), aparecerá como necesario, es decir, leeremos automáticamente el pasado que condujo a eso como una serie de causas que necesariamente provocaron el estallido. Si no se produce, lo leeremos como leemos hoy la Guerra Fría: como una serie de momentos peligrosos en los que la catástrofe se evitó porque ambas partes eran conscientes de las consecuencias mortales de un conflicto mundial.