25/02/2024

EL COCHE ELÉCTRICO ¿Por qué no despegan sus ventas?

España lleva camino de convertirse en un desierto industrial. El sector manufacturero perdió 350.000 afiliados desde la crisis de 2008, quedándose en 2,38 millones, lo que contrasta con los casi tres millones de empleos ganados en el mismo periodo en los servicios, al pasar de 13 a 15,9 millones de ocupados. Las cifras constatan que somos un país de servicios y explica la caída de la productividad y el estancamiento secular de la renta per-cápita frente a nuestros vecinos europeos.
La industria sólo representa el 14% del PIB (incluido el sector energético), lejos del 20% que Europa se puso como meta para finales de la anterior década. Y la tendencia es a la baja. Nuestro país perderá el podio como segundo productor de automóviles europeos en favor de Hungría en los próximos años, en los que el coche eléctrico sustituirá poco a poco al de combustibles fósiles.
En esto momentos, sólo existen dos proyectos serios para instalar fábricas de baterías. Y los dos pertenecen a fabricantes presentes ya en España, Volkswagen y Stellantis. La posibilidad de que algún fabricante chino se instale aquí ha quedado reducida a MG, propiedad del grupo SAIC, y a Chery, que está interesada en Zona Franca (Barcelona), pero no acaba de concretar su proyecto, al igual que hizo anteriormente Great Wall Motors, que luego dio la espantada.

23/02/2024

Inteligência artificial vs estupidez humana

Desde que regressei do Fórum Económico Mundial deste ano, em Davos, que me tenho sido insistentemente questionado sobre as minhas principais conclusões. Um dos temas mais debatidos este ano foi a inteligência artificial, em particular a IA generativa (GENAI). Com a recente adopção de grandes modelos de linguagem (como o que é utilizado pelo CHATGPT), há muita esperança – e sensacionalismo – sobre a forma de «como a IA pode ajudar a desenvolver a produtividade e o crescimento económico no futuro».

Para analisar esta questão, temos de ter em linha de conta que a estupidez humana é bem mais predominante no mundo do que a IA. A proliferação de mega-ameaças – elementos de uma policrise mais abrangente – confirma que os nossos políticos são demasiado disfuncionais e as nossas medidas políticas demasiado desorientadas para conseguirem enfrentar até os riscos mais sérios e óbvios que se colocam perante o nosso futuro. Estes riscos incluem alterações climáticas, que terão custos económicos avultados, estados colapsados, tornando as vagas de refugiados climáticos ainda maiores e recorrentes, pandemias virulentas, que poderão ter efeitos económicos ainda mais nocivos do que a covid-19.